PISA y la enseñanza de las Ciencias.

Del informe PISA 2006 ha dado lugar a criticas y lamentaciones acerca del fracaso de nuestro sistema educativo, a causa del lugar que ocupa España. Pero nuestro propósito es llamar la atención sobre otro hecho: el completo desconocimiento del contenido de las pruebas PISA por parte del profesorado, para contribuir a remediar una situación que está dificultando la mejora de la educación científica, que el proyecto PISA intenta promover.

En 2005 se elaboró un estudio entrevistando a profesores de Ciencias, con objeto de averiguar en qué medida los profesores de Ciencias conocían las pruebas utilizadas por el proyecto PISA, la orientación de las mismas o los objetivos del propio proyecto. Dicho estudio, repetido en 2008, nos ha permitido constatar nulo conocimiento, por parte del profesorado, de los contenidos y las orientaciones de las pruebas utilizadas por el proyecto PISA. No ha llegado información y ni siquiera se ha informado de las páginas web dedicadas a PISA. Tampoco los medios de comunicación, que se han hecho amplio eco de “los resultados”, han contribuido a dar a conocer su contenido y orientaciones.

PISA es un completo desconocido, que le priva de su capacidad para incidir en la enseñanza. En efecto, como primera condición debe de ser conocido por el profesorado para así favorecer el éxito de su alumnado.

Se debería analizar algunas cuestiones planteadas en las pruebas PISA, a esas cuestiones se deber responder con un razonamiento lógico y tomando en consideración vivencias cotidianas, por eso un porcentaje elevado de muchachos y muchachas de 15 años que no resuelvan estos ejercicios pone en evidencia que nuestros estudiantes no están familiarizados con este tipo de actividad, que exige razonamiento en vez de memorización de conocimientos. Tras ver ejemplos de las cuestiones planteadas en PISA concluimos que se tratan cuestiones que obligan a razonar en torno a situaciones de indudable interés, abordando sus consecuencias y cómo hacer frente a las mismas. Lo visto hasta aquí permite aprecia que el propósito del proyecto PISA es, precisamente, influir en la enseñanza a través de un replanteamiento de la evaluación.

El proyecto PISA contribuye a la mejora de la enseñanza con orientaciones que se apoyan en los resultados convergentes de la investigación educativa de las últimas décadas. En el caso particular de las ciencias señalan: “El proyecto PISA considera que la formación científica es un objetivo clave de la educación y debe lograrse durante el periodo obligatorio de enseñanza. Considera, que la formación básica en ciencias es una competencia general necesaria en la vida actual”. La aptitud para las ciencias se define en PISA como: “La capacidad para emplea el conocimiento para identificar preguntas y obtener conclusiones, con el fin de comprender y poder tomar decisiones sobre el mundo natural y sobre los cambios que la actividad humana producen en él.

El proyecto PISA evalúa el conocimiento a través de tres grandes dimensiones:

• Los procesos o destrezas científicas.

• Conceptos y contenidos científicos.

• El contexto en el que se aplica el contenido científico.

Cabría señalar que una primera medida que se debería adoptar con urgencia habría de ser, dar la máxima difusión a las orientaciones y fundamentación del proyecto, proporcionando suficientes ejemplos para la ayuda a reorientar la enseñanza en la dirección que éste marca.

Por lo que PISA, es un instrumento privilegiado para contribuir a la mejora del proceso de enseñanza y aprendizaje.