¿Qué dice PISA sobre la comprensión lectora?

15.12.2011 17:46

 

PISA se ha centrado en las ciencias en el año 2006; sin embargo han resaltado especialmente los catastróficos resultados en lectura. Andreas Schleicher -responsable del informe PISA- afirmaba: “En las dos últimas generaciones los logros educativos en España han mejorado mucho más rápidamente que la media de la OCDE” e insistía en que “es uno de los sistemas más dinámicos y ambiciosos de Europa pero que aún está retrasado”.

 

¿Qué pasa en nuestro sistema educativo? ¿Qué nos dicen los datos PISA y qué podemos aprender de esta evaluación internacional? Antes de dar alguna respuesta, hay que ser conscientes de que, desde un punto de vista estadístico, es muy difícil responder a la pregutna de por qué algunos países obtienen mejores resultados que otros.

 

Los datos globales de PISA 2006 no avalan una postura optimista:

  • España es el país de la OCDE que más ha empeorado sus resultados de 2003 a 2006.

  • España ha aumentado el pocentaje de alumnado con escasa competencia lectora y ha reducido el de su alumnado más competente.

  • Andalucía resultados significativamente más bajos que el resto.

 

Dos aspectos claves: primero, el modelo de comprensión lectora de PISA en contraste con nuestra realidad, y segundo, el análisis de algunas singularidades lingüísticas de una prueba internacional.

 

Nadie duda de la importancia de la lectura comprensiva como instrumento básico que permite el acceso al resto de los aprendizajes, pero es posible que no todos interpretemos de la misma manera qué significa tener una buena comprensión lectora.

 

¿Es tan mediocre nuestro alumnado como indican los datos anteriores? Para responder, sería adecuado ver qué se evalúa en esta prueba. El alumnado que ha respondido a las pruebas PISA ha tenido que trabjar, con cuadros horarios de diferente tipo para extraer información e interpretar notas aclaratorias; valorar la pertinencia de la información aportada en un cuadro estadístico sobre ayuda humanitaria y extraer conclusiones. Todas las tareas que se les proponen al alumnado simulan situaciones para resolver supuestos y verosímiles problemas públicos, educativos, personales e incluso personales.

 

Lo que ofrece PISA no es algo nuevo, en general vive una realidad muy alejada de lo que PISA propone. En muchas aulas de Lengua se habla, pero no se aprende a hablar, se oye, pero no se aprende a escuchar, lo que aprenden tiene una finalidad clara: comunicarse. Hoy el problema se centra en las capacidades para aprender a aprender y para poder transformar la información en conocimiento, lo que se denominan las competencias informacionales.

 

 

 

 

 

 

Debemos destacar dos aspectos: primero, el rendimiento bajo de lso chicos en lectura es un motivo de preocupación y el segundo, los resultado PISA nos dicen que existe relación entre el interés y el disfrute de una asignatura y las puntuaciones en la escala PISA. Que los estudiantes mejoren en lectura podría derivar no sólo de una mejor en la enseñanza y aprendizaje, sino una buena medida, mayor motivación.

 

Las pruebas PISA tiene un alto componente lingüístico, hay varios elementos a tener en cuenta: el proceso de traducción, la lengua que se utiliza en la prueba y los contextos de enseñanza bilingüe.

 

En otro artículo, hablamos del complejo proceso que sigue PISA en la traducción de las pruebas para garantizar la equivalencia entre las características psicométricas de los test que se utilizan y reducir los sesgos que pueden originarse.

 

PISA, nos dice que en algunos países existen diferencias relativamente importantes en el rendimiento escolar entre los estudiantes nativos y los de origen extranjero, cuando ese alumnado de origen extranjero hablan en casa un idioma distinto del usado en las pruebas. La mayoría de los países que toman parte en PISA tiene sistemas monolingües, por tanto, la circunstancia anterior suele referirse exclusivamente al alumnado inmigrante, cuya influencia en algunos países es muy palpable.

 

Para finalizar, dos ideas: a pesar de su enorme influencia, PISA no puede ni debe ser el único referente para replantearse el sistema educativo, ya que nos ofrece una imagen incompleta que ha de completarse con la evaluación de los conocimientos y competencias del alumnado. Y en segundo lugar, para generar los cambios complejos que nos propone PISA, no basta con la apelación voluntariosa, sino que es imprescindible un consenso social.